Facilitamos procesos de empoderamiento y reivindicamos nuestro derecho a una vida libre de violencias.
Fomentar la autonomía y el autocuidado, compartir saberes y estrategias para enfrentar juntas las violencias machistas y legitimarnos para defendernos son herramientas esenciales de la autodefensa feminista.
En esta ocasión contamos con las luminosas salas de un lugar aliado y con quienes nos enredamos en más ocasiones: el Espacio de Encuentro Feminista; y disfrutamos dando el taller a una manada de 16 adolescentes deseantes, ilusionadas y participativas.
Sabemos que responder y protegernos no es cuestión única de puños o patadas, por ello entrenamos como fiarnos de nosotras mismas cuando sentimos una situación de riesgo, cómo mejorar nuestra actitud y confianza, tanto emocional como física y cómo poner límites o llegar a acuerdos que nos permitan construir relaciones de buen trato.