LOS CUIDADOS EN EL CENTRO

¿Qué son los cuidados? ¿Qué cuidados necesitamos para sostener la vida? ¿Y los procesos grupales?

En un contexto androcéntrico en el que se presenta como ciudadano ejemplar al homo economicus, libre de toda dependencia y carga de cuidados, vemos imprescindible repensar nuestros contextos personales, laborales y activistas desde una lógica que ponga a las personas en el centro.

Los cuidados como una estrategia de sostenimiento de procesos, proyectos, equipos y/o colectivos.
¿Por qué poner los cuidados en el centro?

Nuestro actual sistema socioeconómico genera contextos personales, laborales y activistas que supeditan el bienestar a la tarea, lo que muchas veces supone que los procesos no se sostengan o lo hagan a costa de la salud de quienes los sustentan. En particular, los escenarios de trabajo vinculados a la intervención social y la militancia política se ven afectados por cuestiones estructurales que condicionan y dificultan el trabajo. Estos contextos de precarización de la vida, sostén de la violencia estructural o supremacía de la urgencia inciden en la transformación de las prácticas y culturas organizativas del tercer sector. Cabría preguntarnos: ¿cómo de transformadora puede ser nuestra intervención si parte del desborde de capacidades y recursos de quienes la llevan a cabo? ¿qué podemos hacer para prevenir el burn-out y el desgaste profesional al interior de nuestros equipos?

Frente a ello, el cuidado se presenta como una estrategia de sostenimiento de procesos, proyectos y colectivos en tanto que obliga a nombrar el impacto emocional que estas circunstancias generan en las personas y colectivos que las llevan a cabo. En ese sentido, el cuidado previene el desgaste de personas y de equipos en contextos de alta exigencia a la vez que dota de herramientas para fortalecer las organizaciones y los procesos. Podemos definirlo como una estrategia reflexiva orientada hacia unx mismx (la persona y el equipo) que posiciona la importancia del bienestar como estrategia política y técnica.

Es por ello que nuestra propuesta se basa en crear un espacio amable de cuidados y aprendizaje que produzca estrategias de sostenimiento de procesos, proyectos y equipos. Nos parece imprescindible por tanto acercar enfoques de la economía feminista y del acompañamiento psicosocial que cambien la perspectiva, poniendo la vulnerabilidad, el autocuidado y la interdependencia en el centro.

¿A quién va dirigido?

  • Personas que quieran repensar sus cuidados en sus contextos personal, profesional o activista.
  • Profesionales de la intervención social, la educación, la economía social o el activismo que necesiten herramientas teórico-prácticas para posicionar una cultura del autocuidado y cuidado de equipos/grupos en sus contextos.
  • Instituciones que quieran mejorar la vida de las personas que las llenan de vida así como la calidad y sostenibilidad de los procesos que desarrollan.

¿Qué temas trabajamos?

La propuesta se puede adaptar en función de las necesidades y tiempos, pudiendo priorizar entre las siguientes líneas de trabajo:

  • Fortalecer prácticas de autocuidado, visibilizando los efectos del no cuidado y propiciando espacios de bienestar físico y mental, autoconocimiento y gestión emocional satisfactorios.
  • Facilitar espacios en los que reflexionar sobre el cuidado mutuo al interior de los grupos: vínculos, confianza, cooperación y límites desde los prismas de la inteligencia emocional y la comunicación no violenta.
  • Cohesionar equipos, prevenir el desgaste personal y colectivo así como los riesgos ocupacionales, favoreciendo contextos laborales creativos, empoderantes y nutritivos para las personas que los constituyen.
  • Cuestionar los mitos en torno al cuidado de equipos y los rasgos de quienes cuidan para facilitar la mejora de las prácticas ligadas a la intervención social y el activismo, generando repositorios de buenas prácticas que aseguren la sostenibilidad y la calidad de los proyectos.
  • Transversalizar los aportes de la economía feminista y el acompañamiento psicosocial al interior de instituciones y entidades, reflexionando sobre la cultura organizativa, estructura, objetivos, hábitos e inercias de las organizaciones.