OTRO DEPORTE

¿Qué tiene que ver el deporte con las violencias machistas?

Que le pregunten a Ada Hegerberg, la ganadora del Balón de Oro (y primera mujer que recibe este premio) cuando, en la gala de entrega, el presentador decidió preguntarle que si sabía bailar twerking. O que le pregunten a la selección española femenina sub 17, actual campeona del mundo que no verás en ninguna portada o abriendo los telediarios.

Trabajarlo con jóvenes parece por tanto un imperativo, ya que serán quienes ganen premios, los entreguen o quienes llenen las portadas o los telediarios de contenido el día de mañana.

Mostrar el machismo en el deporte es otra manera de visibilizar que las mujeres siguen sufriendo violencias en todos los ámbitos de su vida.

La actividad principal “Gymkana de deporte igualitario” es un juego que propicia el aprendizaje desde un componente lúdico y creativo. Consiste en el montaje de una gymkana en cuyas paradas, a través de distintos ejercicios físicos y de ingenio, se visibilizan diferentes situaciones de desigualdad en el mundo del deporte en torno a distintos ejes, fundamentalmente el de género, generando reflexiones en el grupo sobre los mitos de género en el deporte, sexismo en el deporte, estereotipos de los cuerpos deportistas, desvalorización de las mujeres, titulares machistas y brecha salarial en el ámbito deportivo.

Con “Reflexionando desde el cuerpo” trabajamos en dos sesiones con grupos de jóvenes de manera no mixta: las chicas se empoderaron física y emocionalmente por medio de técnicas de Autodefensa Feminista, mientras que los chicos reflexionaron sobre su rol masculino, la carga de las mujeres de las tareas de cuidados y la necesidad de consentimiento en sus relaciones. Cada sesión acaba con un espacio común y de encuentro en el que compartir aprendizajes y reflexiones donde además se aportan estrategias de comunicación y negociación basadas en la Educación para la Paz.

Finalizamos las actividades con una “Olimpiada de juegos cooperativos“. La naturaleza de esta actividad es la de fomentar la cooperación entre las y los jóvenes por medio de una serie de ejercicios físicos y actividades lúdico-deportivas que, desde la Educación para la Paz, promueven la visión de la equidad y el fomento de las lógicas colaborativas la juventud. Esta actividad prueve la diversidad y que diferentes adolescentes se diviertan en común desde uno de los lenguajes más universales: el juego.