Nuestras vacaciones para familias en situación de monomarentalidad fueron un espacio de encuentro para madres y peques de muy diversos puntos de la península durante unos días de juegos y exploración de la naturaleza.

Las vacaciones de Otros Nidos son una brecha en la rutina para juntar a diversas familias durante una semana en la que convertirnos en tribu. Este verano mayores y peques fluimos disfrutonas en la tribu compartida desde los cuidados, el acuerpamiento y el empoderamiento, acompañadas por la facilitación del equipo de Otro Tiempo.

Este año el proceso de las madres arrancó en su devenir diosa ancestral la primera tarde. Aparecieron en nosotras Nut, diosa del misterio, Artemisa, diosa de la autoafirmación o Yemayá, diosa de la rendición para traernos aprendizajes sobre el placer, los ciclos y la aceptación. Y nosotras los pasamos por el cuerpo. Gallegos estuvo poblado durante los cinco días por diosas poderosas.

Nuestra Data empezó a conocerse como «la casa de las madres donde no hay padres» y en nuestro refugio desplegamos las alas: Baños en pozas, pintadas de tiza por el pueblo, guanteo de boxeo para sacar la rabia, mariposas a la hora del paseo, estrellas en el porche, el descubrimiento de las pompas de jabón, teatralización de los cuentos de Lara después de cenar…

Estas semanas han sido, una vez más un sueño cumplido. Un espacio para facilitar el cobijo y el descanso de familias en situación de monomarentalidad desde los feminismos. Un trocito de verano, amor y resiliencia que nos guardamos.

Otros Nidos 2024 ha sido emocionante, nos deja llenas de calor e ilusión por nuestro trabajo. Gracias a todas por compartiros con la tribu, por tanto amor del bueno. Nos seguimos encontrando.